¡El horror, el horror…!

Un poco drástico en las formas y tal vez un pelin exagerado, pero es la exprexión que me viene a la cabeza en cuanto pienso en escribir una entrada en relación con el período que estamos atravesando los docentes de la Formación Profesional en el cual debemos de proporcionar prácticas en empresas (Formación en Centros de Trabajo o FCT) a los alumnos de primer curso de Formación Profesional.

Como bien sabéis, la frase la pronuncia el oscuro-inquietante personaje Kurtz en El Corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, obra extraordinaria que habrá que releer para entender el espanto presente ante la situación actual en Ucrania, Gaza y otros sitios que por ser menos mediaticos pasan desapercibidos a la opinión pública. Posteriormente, Coppola hizo su posterior y aclamada versión y probablemente dio así más visibilidad a la novela y el tema tratado en la misma, poniendo palabras parecidas en boca de Marlon Brando para mayor gloria del mismo.

Pues bien, por lo dicho se entiende la visceral elección del título de la entrada para describir una situación particular que sin llegar a ser tan extrema ni mucho menos, sí pretende reflejar el hecho de que los docentes de FP tenemos que enfretarnos a una situación sobrevenida que no por anunciada o tal vez por ello, es tan absurda que rememora esa lectura o imágenes de la película.

Claro que podía haber tomado alguna frase más de casa, de Luces de Bohemia de Valle Inclán concretamente, que a buen seguro que muchas de las que hallamos en esta obra (y que también habrá que releer) le vienen al pelo a esta situación a todas «luces», tan esperpéntica.

El caso es que en estos momentos, los centros de FP se hallan en la tarea de proporcionar unas prácticas a los alumnos de primer curso de Formación Profesional Básica y de Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior… tras siete meses de curso en las aulas.

Repito, tras siete meses en las aulas….

La formación que les falta a estos alumnos, supuestamente la van a adquirir en la empresa.

Repito, la formación que les falta la van a recibir en la empresa…

Ya he escrito, a petición de Neobis, la Asociación de la Comunicación Gráfica, algún artículo en su revista Neobis Press al respecto y cuya referencia se halla en este blog o en el de nuestro departamento y por lo tanto los argumentos ya están expresados y no solo los mios que pueden ser modestos en su profundidad y planteamiento sino por otros más documentados y mejores.

El caso es que ahora toca comentar los desvelos de los profesores que, como yo, se hallan implicado en la ardua tarea de proporcionar las prácticas (120 horas en nuestro caso) a estos alumnos y que podemos resumir de la siguiente manera:

Algunos centros ya han ejecutado las prácticas: eso significa que los alumnos ni siquieran llevaban en el centro los meses mencionados y que los alumnos se deben incorporar, tras la experiencia de las prácticas, a las aulas de nuevo, lo que significa una disrupción en los procedimientos formativos, y por lo que habría que valorar si ello es positivo.

Por las informaciónes que nos llegan solo se han podido proporcionar prácticas en torno al 60% de los alumnos posibles por lo que el otro 40% ha tenido que permanecer y ser atendidos en las aulas y estos, posteriormente deberán realizar el total de horas (500 horas) en segundo curso con la distorsión que supone (unos alumnos ya han cumplimentado 120 horas y otros no; unos alumnos permanecen y han de ser atendidos en las aulas y al resto hay que supervisar su evolución en empresa…).

Los centros que están en el proceso actual de consecución de prácticas ya están indicando que en muchos casos no consiguen proporcionar prácticas en primero, por lo que aplazan las mismas a segundo, algo lógico o al menos más asequible. Pero lo lógico y asequible no se ha indicado hasta que se ha visto la imposibilidad de cumplir los compromisos en primer curso, es decir, no se ha dado la opción a los claustros para tomar esa decisión que probablemente hubiera sido la elegida.

Aquellos que hemos emprendido la aventura de proporcionar prácticas en primero (insisto que por no tener opción disponible en primer lugar) tenemos que lidiar con el desconocimiento de las empresas, el rechazo en algunos casos de las empresas a acoger alumnos de primer curso (hecho puntual ya que las empresas con las que tratamos están respondiendo magnificamente, como siempre) y las dificultades de las gestiones debidas a los requisitos que nos impone la administración (exigencia de firma digital por ejemplo) o el cambio de documentos en cada nueva convocatoria…

Continuará…