Diseño de marca e impresión de seguridad. 4ª Conferencia Internacional en Diseño y Artes Gráficas

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El próximo miércoles 26 de octubre estaré presente como orador en Barcelona en la 4ª Conferencia Internacional en Diseño y Artes Gráficas (CIDAG) en la cual desarrollaré la ponencia «Diseño de marca e  impresión de seguridad«.

En esta ponencia presentaré algunas de las opciones actuales que tienen los diseñadores para defender la marca frente a las copias ilegales, falsificaciones y otras manipulaciones posibles, todas ellas con el denominador común de ser lesivas para la marca (en coste económico, en prestigio,…)

Este es, sin duda, un mal en continuo crecimiento en nuestra sociedad moderna altamente globalizada, por lo que la necesidad de defensa se hace cada vez más apremiante y no solo para las grandes marcas, sino para todas ellas en su conjunto.

Cierto es que algunas marcas cuyos productos están más comprometidos ya incorporan diversas medidas de seguridad en sus productos y documentos «sensibles» desde hace décadas para lo cual recurren a unas pocas empresas con un extraordinario grado de especialización, a través de las cuales obtienen un «traje a medida» y para el cual han de hacer una inversión* (alta) acorde a este tipo de soluciones, pero que en todo caso les compensa el esfuerzo.
*Defiendo que el coste asumido en la implementación de estas medidas debe interpretarse como inversión aunque fiscalmente no sea considerado así. El desembolso será menos doloroso para la marca si piensa en estos términos y realiza una estimación de los costes reales (y/o potenciales) que le pueden acarrear las falsificaciones, fraudes variados y pérdida de prestigio en general.

PERO A DÍA DE HOY, no solo las grandes marcas, sino todas las marcas sin excepción son
susceptibles de ser atacadas en acciones de este tipo. No obstante para algunas su menor volumen de negocio o su desconocimiento del peligro y de sus posibles soluciones, les supone una barrera de entrada real que les impide el acceso a estos servicios altamente especializados.

Ahora bien, es posible defender razonablemente bien cualquier marca si se disponen de los conocimientos especializados oportunos al respecto y se integran en el diseño de forma natural.

Para ello es necesario que dispongan de tales conocimientos:

  • Los diseñadores (cualquier diseñador incluso los no especializados en este área, pueden ser requeridos para diseñar o rediseñar una marca, por lo cual han de estar preparados para esta eventualidad)
  • Los responsables de marca (como máximos garantes de la solidez de la marca en el mercado y su seguridad)
  • Las empresas gráficas (cualquiera que quiera ofrecer servicios de valor añadido a sus clientes, es decir, todas)

De tal manera que con un mínimo de incremento de la inversión en el diseño, la preimpresión, la impresión y/o los acabados se consiga incrementar exponencialmente el nivel de seguridad de los productos gráficos asociados a la marca, su seguimiento y su defensa en caso de producirse el hecho delictivo.

Como es natural, y tal como se deduce de la anterior exposición, defiendo encarecidamente la necesidad de ampliar los conocimientos en este particular área del diseño y por las razones explicadas, de los diseñadores, de los responsables de cualquier marca y de las empresas del sector gráfico en general, fundamentalmente en los centros de formación como no podía ser de otra manera, de una manera profunda, sistemática y sostenida.

Los diseñadores porque deben conocer las mejores alternativas a ofrecer a sus clientes cuando propone diseños de marca o rediseños.

Los responsables de marca porque podrán categorizar los productos impresos en función de su riesgo de ataque, podrán clasificarlos en función de lo críticos que sean tales ataques para la salud de la marca y las finanzas de la empresa y podrán establecer los mecanismos pertinentes que garanticen su trazabilidad.

Las empresas gráficas para conocer las posibilidades de que disponen en función de sus instalaciones y plantear las opciones de inversión pertinentes para ampliar la oferta a sus clientes.

En conclusión

La marca es sin duda uno de los principales activos de la empresa, en buena parte de los casos su
principal activo, por lo que su protección debe ser prioritaria.

El responsable de marca es el garante de la solidez de la marca en el mercado. El conocimiento de los mecanismos de protección y de las acciones de trazabilidad de los productos de la marca es prioritario para conseguir niveles de protección adecuados con una inversión razonable.

El diseñador comprometido con sus clientes debe conocer en cierta profundidad los posibles mecanismos de protección de éstas, su formación en este campo es por lo tanto prioritaria.

La empresa gráfica debe conocer en profundidad las opciones que puede ofertar a sus clientes o a los prescriptores de éstos, aportando soluciones en relación con las necesidades de seguridad de la marca. Su formación constante en este área debe ser por lo tanto prioritaria. Este conocimiento y su implementación práctica puede ser relevante para diferenciarse en el mercado.

Calidad recuperada. Círculo Deming

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Tengo un tanto olvidada a la Gestión de la calidad, el germen de este blog y parte de mis intereses profesionales e intelectuales en estos últimos años. Hay alguna excusa como el hecho de ir teniendo cada vez menos obligaciones relacionadas con este particular campo, unido a lo que absorben otros intereses emergentes en otras áreas (supongo que se apreciará en la evolución de este blog, de eso se trata) y sobre todo, la decepción creciente debido, a mi juicio, al claro mal uso de la Gestión de la calidad en los entornos que me muevo. Ciertamente es algo que produce desazón ver como se utiliza la gestión de la calidad en las empresas como un instrumento de pago, obligatorio y a regañadientes solo para ganar puntos y no como una herramienta de mejora del sistema… lo que significa mejoras en la eficiencia y ahorro de costes (ya he incorporado algún artículo sobre los costes de la calidad).

El caso es que la Gestión de calidad con mayúsculas, no tiene la culpa de que se utilice de forma impropia así que ahí va una nueva incorporación a los gráficos de calidad en la sección de calidad de la página web, sobre el Ciclo PDCA tal vez más conocido como el Círculo o Rueda Deming.

Este planteamiento tiene la belleza de la simplicidad y, su aplicación práctica, de fácil realización, puede traer beneficios inmediatos no solo a las empresas sino a cualquiera que se anime a aplicarlo.

>Control de procesos gráficos > TRATAMIENTO > RECOMENDACIONES > OPERACIONES DE AJUSTE DE COLOR > COLORES RELACIONADOS ENTRE SÍ

En buena parte de los productos gráficos es habitual, desde la introducción de la autoedición y su rápida implantación en el sector, recurrir al uso de gráficos, y de infografías en color en los cuales se utilizan unos pocos colores con sus matices correspondientes.

En esta situación es muy importante preservar las diferencias existentes entre los colores que componen la imagen y entre los distintos matices del mismo color, aunque los colores originales no se mantengan, por lo que en casos como éste es recomendable el uso del propósito de interpretación de saturación.

Este propósito permite mantener las diferencias visibles las cuales portan información para interpretar el gráfico.

Otras opciones parecidas se originan en diseños a partir de  tintas directas (monótonos, duotonos, tritonos,…) en las que la relaciones tonales son críticas para la adecuada generación de la imagen impresa y que las distintas gamas tonales presentes mantengan las correctas distancias colorimétricas.

En estos casos críticos (reproducción de tintas directas que pueden hallarse o no dentro de la gama reproducible del sistema de salida) debe ser cuidadosamente evaluada la posibilidad de pagar por que se realicen pruebas certificadas (dependiendo de lo crítico que se haya establecido el trabajo).

>Gestión de la calidad en 2012

Aprovechando la temporal bajada de ritmo en estas fechas y el inicio de un año nuevo, introduzco un paréntesis en la última línea argumental (la calidad y el diseño gráfico: que retomaremos en las próximas entradas) para volver a romper una lanza a favor de la función de la calidad en las organizaciones de cara a este crítico año.

La idea es introducir alguna propuesta positiva o al menos ánimo en aquellos que tienen responsabilidades al respecto.

No vamos a abogar aquí por la certificación de calidad a cualquier precio, menos aún en estos tiempos, antes al contrario siempre hemos venido defendiendo (y seguiremos, sino al tiempo), la implantación de una gestión de calidad, efectiva y documentada, desde el convencimiento.

Ya venimos comentando, en pasadas entradas, las motivaciones que se hallan detrás de este importante paso. Eran otros tiempos (¡qué lejos quedan ya!) y una inversión de este calibre era perfectamente asumible y acorde con la evolución social e industrial general.

En estos procelosos tiempos en los cuales aumentan las dificultades de obtención de crédito y se incrementan las partidas de gasto (impuestos, comisiones,…) todos (no solo las empresas, también las familias) estamos buscando partidas a las cuales meter la tijera.

Las organizaciones certificadas pueden sentir la tentación (recurrente) a interpretar la función de calidad como generadora de gastos (salarios asociados, costes de los controles,… en definitiva costes claramente asignables), más aún si no se ha alcanzado el grado de convencimiento necesario (y la alta dirección puede no tener claro este concepto: “vencida” por las circunstancias pero no convencida).

Por otro lado, las organizaciones no certificadas no van a dar un paso que supone un desembolso claro si éste no tiene un efecto más claro aún e inmediato.

Volvemos a insistir que el convencimiento, en la empresa certificada, debe alcanzarse a partir de un análisis detallado de costes de calidad y no calidad que debe quedar claramente reflejado en la curva de costes de calidad. Recordemos que en una gestión de calidad eficiente todo debe estar debidamente documentado, incluidas las partidas de gasto asociadas a las actuaciones relacionadas. Esta tarea callada del responsable de calidad o del departamento de calidad debe dar sus frutos en un plazo razonable (no menor de un año).

En cuanto a la empresa no certificada, bien puede comenzar más modestamente, formando algún directivo y/o algún grupo en gestión de la calidad (sí, me consta que también se recorta en formación, pero espero que estos recortes procedan más de un análisis serio de la eficacia y eficiencia de la formación que se está recibiendo).

Este directivo y/o grupo, puede actuar de avanzadilla (futuro responsable de calidad/ grupo de calidad) asumiendo algunas de las responsabilidades asociadas a la gestión de la calidad a partir de la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos.

Tiene el inconveniente que camino será lento, pero menos es nada.

Entre las ventajas asociadas podemos deducir que el planteamiento es económico y la implantación  oficiosa de esta función es interna, lo cual aporta un cierto valor añadido quedando sentadas las bases de actuaciones más complejas cuando los tiempos acompañen (esto requerirá por lo general ayuda externa).

Buen año 2102.

¿Puede contribuir la gestión de la calidad en algo para salir de la actual crisis? “Deming reloaded”.

William Edwards Deming en su libro  “Out of the crisis” (1982–1986), presentaba una batería de principios que bien merece la pena analizar de nuevo desde la perspectiva actual:

  1. Constancia en la mejora de los productos y servicios. La constancia en la mejora afecta positivamente a la  competitividad y ésta permite el mantenimiento del negocio y el mantenimiento o incremento de puestos de trabajo (mejora continua).
  2. Cooperación entre empleados, clientes y proveedores. En general entre todos aquellos relacionados con la organización -grupos de interés-(relaciones de beneficio mutuo).
  3. Mejora continua de los procesos y gestión de la calidad en todas las áreas de la organización (mejora continua).
  4. Búsqueda de la reducción de los costes totales en el largo plazo. Relación de largo plazo basada en la lealtad y la confianza con los proveedores (costes de calidad-costes de no calidad)
  5. Mejora continua de los sistemas de producción, los servicios prestados y en todas las actividades (mejora continua)
  6. Formación en destrezas y habilidades de todos los empleados -capacitación- (formación continua).
  7. Fomento del liderazgo. El líder como modelo a seguir no como supervisor a evitar (liderazgo efectivo).
  8. Relaciones basadas en la confianza. Con todos y entre todos (cooperación).
  9. Fomento de las relaciones interdepartamentales. Evitar la competencia interna estableciendo un sistema de cooperación entre los componentes de la organización (cooperación).
  10. Basar la mejora en la gestión efectiva y eficiente más que en la imposición de metas inalcanzables y  llamadas al cumplimiento (compromiso).
  11. Evitar la gestión por objetivos y el cumplimiento de cuotas (compromiso).
  12. Evitar sistemas de evaluación de los trabajadores basados en cumplimiento de objetivos. Establecer alternativas que no fomente la rivalidad (compromiso)
  13. Formación continua y en todos los niveles (formación continua).
  14. Implicación de toda la organización en la mejora (compromiso).

Pudiera ser de interés reflexionar sobre estos puntos de nuevo.

Próximos eventos sobre calidad en artes gráficas en Madrid. 9 junio 2011

Por la caída en el ritmo de introducción de entradas en el blog supongo que se podrá deducir que andamos algo liados en el cierre del curso (lo normal). Por otro lado, dado que se acerca el verano el ritmo decaerá pero se intentará mantener una cadencia mínima.

Por lo que respecta al momento actual anuncio un par de eventos en los cuales me hallo implicado:

El lunes 20 de junio, de 18,30 a 19,15, tendrá lugar en la librería GRAPHICBOOK (calle Libreros, 3 Madrid),  la presentación de las colecciones de las editoriales CPG y ARAL y el primer título del sello conjunto que han creado: COEDITATEMAS y que es precisamente mi libro: «Gestión de la calidad en el sector gráfico».

Posteriormente se planteará una charla- coloquio abierto al público asistente con el tema: ¿la gestión de la calidad: argumento publicitario o filosofía de trabajo?, en el cual participaré activamente (figuro como ponente junto con Rafael Pozo, editor de ediciones CPG y Antonio Martín, editor de la editorial ARAL).

El martes 21 de junio, dentro de las jornadas COMUNICARTE (http://www.iespuertabonita.com/web0001/comunicarte.htm) que tienen lugar en el IES PUERTA BONITA y concretamente dentro del FORO TECNOLÓGICO DE ARTES GRÁFICAS, participaré en la Jornada: Calidad, productividad, gestión. ¿Qué es más necesario hoy?

Programa:

10:00 – 10:10  Presentación de la Jornada

•          Juan José Rodríguez, Jefe de Departamento de AEC IES Puerta Bonita

10:10 – 10:30 “Normas de calidad”

•          Carlos Esteban, Presidente del CTN 54 de AENOR y Director Gerente de ARTES GRÁFICAS PALERMO

10:30 – 10:50  “La calidad en la edición”

•          Samuel Alonso, Editor de 451 Editores

10:50 – 11:10  “¿Es rentable la edición de libros?”

•          Rafael Pozo, Editor de Ediciones CPG y COEDITATEMAS y Director General de OFFSET CONSULTING

11:10 – 11:30 “¿Cómo debemos gestionar la producción para que la edición sea rentable?”

•          Antonio Martín, Editor de Editorial ARAL y COEDITATEMAS y Director General del GRUPO ARIES

11:30 – 12:00 “La Gestión de calidad hoy”

•          Jesús García, profesor del Colegio Salesianos ATOCHA de Madrid y autor del libro “Gestión de calidad en el sector gráfico”

•12:00 – 12:20 “Experiencia educativa: Elaboración de un Manual de calidad, MA y CdC” Almudena de la Cruz, alumna del Ciclo de Producción en industrias de artes gráficas, Alfonso Delgado, alumno del Ciclo de Producción en industrias de artes gráficas

12:20 – 13:00   COLOQUIO

Lugar: Salón de Actos del IES PUERTA BONITA

Saludos para todos.

Materiales de producción en la industria gráfica. Papel. Control de calidad en la entrada (secuelas).

En anteriores entradas daba por zanjado este tema, al menos en  este grado de profundidad, y hete aquí que me topo con un problema relacionado en su manifestación más elemental: la falta de correspondencia entre el número de hojas declaradas como contenido de un paquete con las realmente empaquetadas. Para que no quepa duda diremos que el fabricante es una multinacional de reconocido prestigio,  no un intermediario desconocido o dudoso.

Entiendo que no hay malas prácticas por parte del fabricante en cuanto que se juega su prestigio por un hecho de este calibre si se demostrase un patrón de comportamiento extendido y repetido, y eso no es propio de este tipo de empresa, me inclino a pensar que el hecho es debido a un problema puntual con los contadores de las máquinas de empaquetado.

El caso es que la anécdota me viene de perlas como complemento a las anteriores entradas dedicadas al control de calidad en la entrada. Si alguien relee esas entradas podrá observar que no se especifica que se cuenten las hojas que vienen en los paquetes o se verifique el peso en su caso por entender que este apartado estaba suficientemente controlado desde fábrica (parece ser que habrá que replanteárselo).

No quiero plantear seriamente este hecho, pero sí deseo poner el acento en la necesidad de establecer procesos de control, automatizados en la medida de lo posible, de tal manera que se eviten problemas como del tipo descrito y que además (o principalmente) permitan registrar todos los avatares del papel desde que se recibe hasta que se libera el producto final. No olvidemos que el papel es uno de los componentes importantes de gran parte de los presupuestos por un lado y de los desperdicios generados por otro.

Llevar el recuento de las pliegos o metros de papel a lo largo de todo el proceso puede proporcionar sorpresas desagradables (en la implantación del sistema) y oportunidades claras de mejora en relación con la eficiencia y la productividad. ¿Nos suenan estos conceptos?

El catálogo del Bulli, la calidad en general y la calidad gráfica en particular (segunda parte).

La semana pasada solo completamos una entrada, lo cual es una clara ruptura del ritmo autoimpuesto de dos entradas semanales. Las razones hay que buscarlas en el hecho de que era una semana atípica en cuanto que en España disfrutamos de un periodo vacacional que se alargó desde el viernes al miércoles (raro se hace explicar estas cosas pensando que puede haber interlocutores en otras partes del mundo, así es Internet) y que, y este es el motivo principal, había “deberes” de altura.

El hecho es que había dejado una serie de enlaces, que espero hayan funcionado, a una serie de documentales (nueve para ser exacto) sobre la evolución de el Bulli (considerado uno de los mejores restaurantes del mundo).

Utilizaba este material para que sirviera de reflexión en torno a los objetivos pretendidos por los sistemas de calidad y los modelos de excelencia y ello lógicamente requiere de un tiempo de reflexión.

Vuelvo a la carga con esta segunda parte para que quede constancia de la importancia que concedo a estos documentos y la moraleja “subliminal” asociada en tanto que se impone la necesidad que tenemos (todos) de buscar la excelencia en lo que hacemos y como esa búsqueda puede verse favorecida por una gestión de la calidad precisamente excelente que es diametralmente opuesta a aquella que es  forzada.

Digo esto porque en estos tiempos de crisis (aquí por España, arrecia) me llegan rumores (de los cuales me hago eco) que algunas empresas que disponían de la certificación están dándose de baja del certificado dada su aparente falta de rendimiento evitándose de paso el coste asociado al mantenimiento.

En la asignatura de Introducción a la economía de primero de carrera (Fundamentos de Economía. Samuelson Paul. A.) aprendí que las crisis son cíclicas y, hasta cierto punto, buenas desde el punto de vista macroeconómico dado que saneaba el mercado, expulsando de éste a las empresas menos eficientes y favoreciendo aquellas que mejor lo habían hecho.

A la calidad han llegado muchas empresas, algunas de ellas sin el pleno convencimiento, es por ello que ahora pueden verse ante la tentadora disyuntiva de abandonar un camino que no ven claro, que les ha dado más de un quebradero de cabeza y que además les cuesta dinero.

La calidad no es una herramienta mágica ni la certificación asociada implicar una mejora automática en el desempeño empresarial. Como vemos en los videos de el Bulli recomendados no es necesario disponer de un sistema de calidad certificado para hacer las cosas con excelencia y llegar a ser el número uno. No obstante aquellos que hayan seguido los capítulos con atención habrán podido descubrir en la evolución de este restaurante que pasa las penurias propias de los inicios hasta el momento actual los principios de la calidad.

Estos principios son el resultado de muchos años de investigación, depurados por el paso del tiempo y la experiencia aplicada de empresas de reconocido prestigio internacional. Su aplicación práctica dentro del ámbito de un sistema de calidad apoyado en el convencimiento de la dirección sin duda colabora en el éxito empresarial tan necesario siempre y más aún en estos tiempos.

Materiales de producción en la industria gráfica. Papel (I). Control de calidad en la entrada.

El papel es uno de los materiales que mayor coste puede representar en un proyecto (hasta el punto que en los presupuestos editoriales se contempla como entrada independiente) y parte de los esfuerzos de ahorro en tales presupuestos se centran en esta importante partida.

Por otro lado, el papel es un material extremadamente sensible en cuanto a su tratamiento y comportamiento siendo uno de los factores de quejas y reclamaciones tradicionales en el sector. El reprocesado de un trabajo por incumplimiento de las especificaciones acarrea importantes pérdidas solo en este apartado y es claro motivo de fricciones y malentendidos cuando no pleitos, entre los fabricantes de papel y los impresores.

Es pues de vital importancia que en los talleres se den las circunstancias más propicias para evitar estos conflictos, por otro lado demasiado comunes, entre los tales actores ya que a la larga todos perdemos: no es un juego de suma cero, es el sector en su conjunto quien pierde, independientemente de quien haya ganado la batalla parcial dado que a la larga esto supone el incremento de precios o rebaja de calidades de los materiales para compensar con la consiguiente pérdida de competitividad con respecto a otros sectores competidores y/o complementarios.

Las condiciones en las que se deben establecer las relaciones para un correcto trato entre papeleros e impresores son de sobra conocidas desde hace años: los papeleros deben proveer de papeles que cumplan las especificaciones registradas en las normas publicadas al respecto (habrá que dedicar algunas entradas a este importante punto) y que tal papel sea trasportado adecuadamente, se presente acondicionado y esté preservado con todas las garantías.

 Por su parte, el impresor también tiene obligaciones, esto es, disponer de unas instalaciones adecuadas para que la manipulación y el comportamiento del papel sea el ideal.

El acondicionamiento incluye el control estricto de la temperatura y humedad del almacén y el taller. No descubro nada nuevo y para mi es muy fácil realizar estas aseveraciones dado que no me debo gastar una pasta en acondicionar tales espacios (por si algún empresario está leyendo esto), pero es perentorio que esto se realice (existe una cierta conciencia desde hace unos años y por lo general las nuevas instalaciones respetan este punto). Todos sabemos de la extraordinaria correlación entre el papel y el  medio que le rodea, los cambios pueden no ser visibles pero la repercusión interna de condiciones desfavorables puede ser suficiente para invalidar trabajos.

Es más, me atrevo a afirmar con cierta rotundidad, que los gastos anuales ocasionados por el gasto energético derivado del mencionado acondicionamiento (dentro de la partida de gastos de calidad) serán compensados con los ahorros obtenidos por la reducción de gastos por no conformidad (reprocesados de trabajos, reclamaciones que derivan en rebajas de precio, daño en la imagen…). Y dado que las variaciones en el entorno pueden afectar a otros materiales de producción así como a otros componentes del proceso (maquinaria, mano de obra,…) sin duda se obtendrán sinergias claras en el entorno productivo.

Metodologías aplicadas de mejora. El método de las 5 S (VI) Shitsuke (Disciplina).

Por último, se hace necesaria la disciplina (Shitsuke) con objeto de mantener el sistema tal como se ha planificado en su origen y para avanzar en la mejora continua.

La disciplina implica el cumplimiento de los procedimientos previamente acordados y la recogida de datos mediante los registros asociados. Disciplina implica el análisis de la situación actual y actuaciones correctivas y preventivas.

La disciplina hace referencia a una forma dada de hacer las cosas, no a una imposición. Disciplina significa rigor en la implementación de las tareas y su mantenimiento basado en el convencimiento más que en la penalización.

Disciplina en la clasificación. Basada en los criterios previamente establecidos. Revisión periódica de la clasificación. La clasificación puede variar por cambios en los procesos o por cambios en el grado de importancia de los elementos asociados al proceso.

Disciplina en el orden. La ausencia de disciplina favorecerá el desorden “una cosa en cada sitio y un sitio para cada cosa”. Periódicamente se analizará el orden establecido y se reconsiderarán otras posibilidades.

Disciplina en la limpieza. Manteniendo las acciones programadas. Labores de mantenimiento y de limpieza programadas con la adecuada periodicidad respetando los tiempos y las tareas a realizar.

Disciplina en la estandarización. Estableciendo los procedimientos e instrucciones para cada una de las fases y realizando revisiones a intervalos planificados. Disciplina en la formación de los trabajadores en relación con tales procedimientos e instrucciones y disciplina en su correcta aplicación.