Mañana, 23 de abril, celebramos el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Si hacemos una encuesta sobre el precio del libro, la respuesta generalizada es que este producto es caro. Con un precio medio en torno a los 20 euros y teniendo en cuenta lo que nos aporta, es complicado establecer las causas por las cuales se hace esta aseveración: hay productos con ese precio que claramente nos aportan mucho menos y sin embargo no cuestionamos.
El coste de poner un libro en el mercado se desglosa en las siguientes partidas: los costes generales, de planificación y desarrollo, no más del 10%, el coste de producción se halla en el entorno del 20 – 25%, los costes de la distribución se llevan la mayor porción en torno al 50% incluso más, ¿y para el autor? en torno al 10%. Lo que queda es riesgo y beneficio para el editor…
Como se puede apreciar la mayor parte del coste se debe a la distribución (distribuidores, mayoristas, libreros,…) e incluye costes de devolución (el libro puede ir a la librería y hacer el viaje de vuelta al editor si no se vende…).
¿Y el libro electrónico? en general se ahorra en costes de producción (no se imprime), y la distribución no es física (ahorros en logística, no hay devoluciones), por lo general cuesta la mitad (precio medio en torno a los 10 euros), salvo ofertas. Las plataformas distribuidoras pueden llegar a cobrar el 30% (Apple, Amazon,…).
El caso es que los autores, con su trabajo intelectual recogido en los correspondientes libros, nos abren la puerta a nuevos mundos, nuevos conocimientos, describen avances científicos que mejoran la calidad de vida, sondean y cuestionan los límites del ser humano en sus aspectos morales… por lo tanto hemos de preguntarnos si no es justo que cobren ese 10% por su trabajo y que nos planteemos, con más reflexión, si es caro un libro a 20 euros.