Ya he comentado en anterior entrada que una de las tareas del profesor, en este período de crisis, es la de atender a los alumno online de tal manera que su formación se vea lo menos alterada posible.  En eso estamos…

…pero ahora voy a añadir algo más, con lo que pretendo explicar el ostentoso título de esta entrada. Lógicamente tiene que ver con un estado personal que paso a comentar tras incorporarme a la siguiente iniciativa.

Primer motivo de orgullo: los compañeros de trabajo

A iniciativa de un grupo de profesores nuestro colegio y centro de trabajo por lo tanto, (que no nombraré porque seguro que me dejaría a alguno) se ha iniciado ya desde hace unos días la producción de mascarillas para nuestros sanitarios, agentes del orden y para aquellos que lo precisen.

No estoy al tanto de los orígenes precisos de esta esta extraordinaria iniciativa, pero el caso es que los compañeros de la sección de electrónica disponen de impresoras 3D. Son a estas impresoras a las cuales se ha puesto a trabajar produciendo este particular y humilde producto que pasa a constituye en una herramienta básica en la lucha frente al contagio.

Chapó por los compañeros!

Segundo motivo de orgullo: el centro de trabajo

Nada se puede hacer sin el beneplácito del centro en cuanto que dispone de las instalaciones  y asume riesgos dado que abre sus puertas a una serie de personas (profesores y personal no docente) estamos accediendo para hacer esta peculiar tarea. En el centro conviven Salesianos, algunos de los cuales tienen edad avanzada, que como todos sabemos se constituyen en el grupo de población con más riesgo.

Ni el más mínimo resquicio de duda, todo lo contrario. El apoyo es total, tanto en gestión, coordinación, logística y en menesteres de producción.

Chapó por los Salesianos de Atocha!

Tercer motivo de orgullo: las empresas

Continuamente nos llegan noticias de la implicación de las empresas. Naturalmente las que más suenan son las grandes que aportan una potente producción y dinero en altas cantidades. Bien por ellas.

Pero yo quiero destacar aquí a la inmensa cantidad de medianas, pequeñas, empresas y autónomos que están produciendo aquellos útiles necesarios para la lucha contra el virus o que proporcionan los dispositivos y el material necesario como es nuestro caso. Damos fe de ello.

Chapó por las empresas!

Cuarto motivo de orgullo: los ciudadanos

Esta iniciativa afortunadamente va incrementándose día a día mientras sea necesaria (ojalá que haya que abandonarla pronto precisamente porque no sea necesaria), y al centro llegan impresoras 3D cedidas por otros centros, pequeñas empresas o de particulares para ponerlas en producción junto a las nuestras, lo que supone un incremento constante en la producción.

A ello hay que añadir las iniciativas particulares, dueños de impresoras 3D, pequeñas empresas, autónomos, particulares que están produciendo en sus casas y que nos envían las piezas para que las montemos… La cifra no es baladí.

Chapó por los ciudadanos!

Quinto motivo de  orgullo: todos los que están en la primera línea del fuego

Esto se da por supuesto… pero no. No hay que dar nada por supuesto y menos en este caso, hay que AGRADECER.

A esos sanitarios que se la están jugando con los medios que tienen, todo los que podamos hacer es poco… pero a la vez es MUCHO, de verdad, APLAUDAMOS, NECESITAN NUESTRO APOYO, lo necesitamos todos.  También los miembros de las fuerzas de seguridad ahora más necesarios que nunca, realizando la logística de repartir las mascarillas allí donde nos son requeridas. Y los del personal de servicio, que hace que podamos mantener la esperanza…

Chapó para todos!