Acabo de aprobar un comentario que me remite LeticiaLogos, con crítica constructiva incluida, en relación con una de las páginas que incorporo en mi web, en concreto la dedicada a corrección de pruebas. En su comentario me indica que en el contenido publicado se encuentran varias erratas y que, como es lógico, son más graves aún si tenemos en cuenta que la entrada está dedicada a la corrección de pruebas.
En mi defensa, que es más bien poca, diré que la entrada es parte de un curso sobre Preimpresión «online» encargado por el Minisiterio de Educación de turno (curso que por cierto todavía está colgado de forma abierta y gratuita en:
http://recursos.cnice.mec.es/fp/artes/md.php?familia_id=5&ciclo_id=1&modulo_id=1
Tal curso hubo que realizarle con mucha, pero que mucha premura, ya que algunos de los autores contratados no pudieron -o supieron- realizar su parte por lo que nos tocó asumir a unos pocos la tarea, un tanto titánica, de desarrollar tanto los contenidos propios como los ajenos para conseguir completar el encargo en los plazos fijados, más bien escasos (si no recuerdo mal los últimos contenidos los redacté con mi hija subida en mis hombros, que por aquel entonces tendría unos cinco o seis años, la tarde-noche antes de la entrega definitiva de los textos).
Lo lógico es que los contenidos, tal como se insiste en la entrada, sean revisados a continuación por un corrector ortotipográfico (en la entrada también indico que lo ideal es que sea un filólogo o titulado similar con experiencia en dicho trabajo). Tal revisión, como queda patente, no sucedió.
La pretensión era que tal curso se publicara -esta parte se ha cumplido- y se impartiera como es debido siendo los profesores y tutores los propios autores de los contenidos desarrollados -esta parte evidentemente no se cumplió-
Si se hubiera completado esta segunda parte de la propuesta, tales contenidos los hubiéramos ido depurando los propios autores con la revisión constante durante el desarrollo del curso. Como esto no sucedió, los autores nos desvinculamos de este trabajo una vez entregado y
aprobado -mal por nuestra parte, pero siempre hay otros frentes abiertos-
Como resultado de ello, los contenidos quedaron faltos de al menos una última revisión por parte de los autores y otra por parte del contratante, el cual tampoco ejerció su obligación adecuadamente.
Cuando he creado esta página web he ido incorporando todo tipo material que he ido elaborando y que tenía disperso. Entre estos materiales se halla mi participación en el curso mencionado, desarrollando varios módulos, limitándome a insertarlo en el correspondiente apartado de la web pero sin hacer la revisión correspondiente. La cantidad de material que he volcado en mi web
es ya considerable, por lo que no hago una revisión exhaustiva en cuanto a todos los textos que incorporo por lo que es fácil que se cuele alguna errata aquí y allá -para mi pesar-
Puedo comprometerme a hacer revisión de tales contenidos, aunque lo haré de forma gradual y sin agobios, así si alguien encuentra alguna errata o incorrección de cualquier tipo agradecería que se me indicara con exactitud.
Como autor de varios libros soy muy consciente de la dificultad que entraña la corrección ortotipográfica y tengo en muy alta estima la profesión de corrector (no suficientemente valorada, ni pagada, a mi juicio). Como anécdota indicaré que he revisado todos mis libros una vez
concluidos, al menos tres revisiones (en realidad más), y siempre me sorprende la habilidad con la que se camuflan las erratas, ya que es experiencia personal vivida abrir un libro ya impreso, que crees has revisado concienzudamente, y en la primera página abierta al azar ver
como te salta la primera errata que se hallaba ahí, agazapada, a la frente y a tu ego…