Jurán plantea la calidad partiendo de su correcta gestión en la línea apuntada previamente por Armand Feigenbaum (en posteriores entradas). Basa su concepto de gestión en la integración de la planificación, el control y la mejora continua. Esta propuesta es conocidad como la trilogía de la calidad.
La PLANIFICACIÓN DE LA CALIDAD incluye la determinación de los clientes, diferenciando entre clientes externos e internos (en posteriores entradas), la determinación de las expectativas de tales clientes que sirvan para el desarrollo de las especificaciones de los productos y servicios, asimismo el desarrollo y la optimización de los procesos que permitan obtener tales productos/servicios que satisfagan estas expectativas, así como los controles a realizar de tal manera que se asegure la producción.
El CONTROL DE LA CALIDAD comprende la aplicación práctica de los procesos de control previamente planificados y que aseguren la fabricación de acuerdo a las especificaciones. El control de calidad comprende la toma de datos, la comparación con respecto a las referencias dadas y la actuación sobre las diferencias.
La MEJORA CONTINUA DE LA CALIDAD hace referencia al las actividades de análisis a partir de los resultados de calidad y su aplicación práctica para la mejora. Comprende la identificación de causas de problemas, el establecimiento de prioridades en relación con los problemas observados, la búsqueda de soluciones y su posterior implantación y seguimiento.
Se apuntan, pues, en los trabajos de Juran las bases de la gestión de la calidad moderna, introduciendo conceptos tales como el cliente interno así como la aplicación práctica en la Gestión de la Calidad del establecimiento de prioridades («Las siete herramientas de la calidad. Diagrama de Pareto. 19 enero 2010»).