El manual de identidad visual debe incorporar un apartado en el que se explicite los usos no autorizados de la marca.
Los usos indebidos más comunes son:
Usos incorrectos del color. Cambios de color o variaciones en el color corporativo no admisibles. Fondos de color no armónicos o poco contrastantes con los colores corporativos.
Distorsiones de los elementos. Aplicaciones incorrectas de la escala (horizontal o vertical) o giros inapropiados.
Ruptura de relaciones espaciales. Colocación incorrecta de los elementos de la marca.
Aplicación de trazos inadecuados (por exceso o por defecto).
Aplicación de texturas extrañas o que dificultan la legibilidad de la marca.
Los usos indebidos deben quedar claramente especificados y es aconsejable que se incluya una breve argumentación de las razones por las cuales se veta su uso.
Al igual que se deben especificar claramente los usos correctos es igual de importante que los usos no correctos queden claramente fijados para que no haya lugar a dudas por parte de aquellos que deben interpretar en años venideros el manual. La constancia y solidez de la marca depende en buena medida de la constancia en la aplicación por lo que no debe quedar ningún margen para la duda.