Mediante el subproceso de imposición se disponen las páginas o formas de acuerdo al formato de impresión con el objeto de aprovechar al máximo el área disponible ahorrando costes en materiales y tiempos en la producción.
Las tareas asociadas están muy automatizadas al realizarse en la actualidad con software dedicado, e incluyen, entre otras, la verificación de los ficheros de entrada, cálculo de la disposición de las páginas o formas para el mejor aprovechamiento del formato de impresión, los ajustes en función del número de páginas, el reparto del color si fuera si así estuviera especificado y la disposición del lomo (en productos editoriales con objeto de tener en consideración la correcta dirección de fibra), los ajustes en función de los distintos tipos de encuadernación y los posibles acabados, inclusión de marcas y tiras de control…
Dada la gran variedad de posibilidades pudiera ser de interés establecer instrucciones de trabajo para establecer la metodología más adecuada a aplicar para los casos más comunes.
Este subproceso se inicia a partir del boceto o propuesta de trazado que acompaña a la orden de trabajo y que ha servido para el cálculo del presupuesto (es razonable que sea el propio responsable de la imposición, quien, a partir de las especificaciones del trabajo, realice esta tarea) y termina con el trabajo impuesto listo para la filmación junto con un ferro de verificación.
El proveedor es el propio departamento de preimpresión salvo en aquellos casos en que el cliente externo aporta ya las páginas o formas y éstas no necesitan tratamiento.
El control se realiza mediante la obtención de una prueba de color de la imposición en plotter de medio o gran formato comúnmente denominado ferro digital.