Un simple control en la entrada de los materiales en la empresa permite establecer barreras de protección ante eventuales partidas que incumplan las especificaciones acordadas. Evitar que entre un material no conforme puede suponer un importante ahorro que debe ser considerado. No importa que el proveedor reconozca y se haga cargo de coste originado (reemplazando el papel por ejemplo) ya que el coste asociado es mucho mayor (retraso en la producción, coste de horas perdidas, desperdicios y su tratamiento,…).
No es necesario establecer complejos procedimientos ni asignar personal especializado para esta tarea, ésta se puede, se debe integrar en el operativo normal siguiendo un proceder lógico de integración de labores de calidad en las tareas asociadas a los puestos de trabajo.
Las características relevantes a controlar en relación con los papeles y que pueden ser verificadas mediante sencillas técnicas y dispositivos al alcance de una empresa media son: el gramaje, el grosor, el volumen específico, pH superficial y el color (en valores colorimétricos). Para ello se necesitará una balanza de precisión y algún dispositivo que permita cortar con precisión las muestras, un micrómetro un pH-metro o papel reactivo adecuado, y un espectrofotómetro.
La medición, archivo de datos y contraste posterior con las especificaciones no llevará más de diez-quince minutos y cualquier operario debería estar en condiciones de hacerlo (deberá poseer los conocimientos básicos para realizar tal tarea).
Otras características relevantes pueden ser consideradas y medidas en función de la importancia que conceda la empresa a cada una de ellas (absorción, opacidad, resistencia a la tracción, a la rotura,…) y teniendo en cuenta los problemas asociados que históricamente hayan acontecido en el taller, si bien para ello en ocasiones será necesario disponer de instrumentación más sofisticada y por lo tanto más cara.
En este último caso pudiera ser aconsejable realizar controles con una periodicidad dada (mensuales, trimestrales, anuales,…) fuera de la empresa, subcontratados. La decisión dependerá de diversos factores entre los que habrá que valorar la continuidad en el uso del mencionado material, el componente de riesgo de la característica a controlar y su variación y del grado de confianza con el proveedor.