Objetivos: lo que se pretende conseguir. Los objetivos ambientales al igual que cualesquiera otros objetivos, deben ser concretos, medibles, realistas, coherentes y apropiados entre sí, con la política de calidad y con los requisitos legales, reglamentarios o cualquier otro requisito ambiental suscrito por la empresa, proporcionar un beneficio real y tener un horizonte temporal. Objetivos ambientales bien pueden ser la reducción de porcentajes de emisiones en un determinado periodo de tiempo, la reducción del consumo de energía, incremento del nivel de reciclado, etc.
Metas: hitos para conseguir los objetivos. Los pasos a realizar concretados en los programas de actuación para conseguir los objetivos. Las metas ambientales se corresponden con las líneas de acción establecidas para conseguir los objetivos ambientales y su grado de cumplimiento. Para conseguir el objetivo de reducir las emisiones la empresa se plantea mejorar la eficacia de los sistemas de calefacción (limpieza, sustitución por sistemas más eficientes,…), sustitución paulatina de la flota de vehículos por otros con menos emisiones, utilización de sistemas más eficientes de comunicación,…
Programas. Uno o varios. Marcan las pautas para la consecución de metas y objetivos. Para ello se establecen responsabilidades, recursos y tiempos para conseguirlo. La reducción de emisiones requerirá recursos económicos (compra o alquiler de vehículos con menores consumos,…) responsables (dirección se responsabiliza de apoyar la iniciativa de comprar vehículos más eficientes, el responsable de compras tiene establece como prioridad al adquirir o alquilar nuevos vehículos que estos tengan los niveles más bajos de emisiones,…), y plazos de ejecución (en concordancia con los planes de renovación de la flota).