Los registros son un tipo especial de documentos: aquellos que recogen los resultados de las tareas, actividades y procesos y que por lo tanto sirven para alimentar los indicadores del sistema. Son por lo tanto, documentos de suma importancia en la medida que sobre ellos se fundamenta el sistema de gestión. La elaboración y mantenimiento de los registros se contempla en la norma de tal manera que los datos recogidos en ellos sirvan para demostrar la conformidad con los requisitos establecidos y demostrar los resultados que se logren.
Para la elaboración, implementación y archivo debe establecerse uno o varios procedimientos que garanticen el uso adecuado.
Esta obligación se cumple por lo general mediante el desarrollo de un solo procedimiento que agrupa el control tanto de documentos como de registros: “Control de documentos y registros” dada la afinidad de ambos.
No hay obligación de que estos se dispongan en un formato determinado por lo que pueden establecerse registros informáticos como es la tendencia habitual dada el imparable incremento de la digitalización en todas las áreas.