El color es uno de los atributos fundamentales en la mayoría de los impresos (no todos) y uno de los más complejos en cuanto a control.
El color se determina de manera objetiva y con un alto grado de precisión en la formulación de la tinta mediante aplicación y gestión colorimétrica y se controla en la impresión bien de manera indirecta mediante densitómetros o de manera directa con coloriímetros o espectrofotómetros.
• Decimos que el control densitométrico es un control indirecto puesto que está basado en el espesor de la capa de tinta.
• El control colorimétrico es un control directo basado en las coordenadas colorimétricas que debe tener la tinta en cuestión y que la define y caracteriza desde su fabricación y que se halla definida en normas (tintas de gama) o bien las establece el fabricante (colores directos).
La evolución en los dispositivos de control de calidad y su rebaja continuada de precios hace más accesibles estos aparatos (densitómetros, colorímetros, espectrofotómetros, espectrodensitómetros).
Durante años ha habido una creciente exigencia de los clientes en este aspecto concreto lo que ha obligado a controlar el color de una manera estandarizada y fiable, más aún en aquellos casos en que intervienen colores corporativos, directos u otros especiales.
Los valores colorimétricos presentados en las normas, por lo general, se estipulan obligatorios para las tintas básicas mientras los valores densitométricos se presentan solo a título informativo (salvo en prensa) lo cual señala de manera evidente la futura evolución en el control del color.
NORMAS
Fabricación y pruebas:
Familia de normas ISO 2846
Coordenadas colorimétricas:
Familia de normas ISO 12647