Calidad en tiempos de crisis. Aplicación de herramientas (o de cómo obtener algunas lecciones del Mundial de Fútbol)

La ocasión la pintan calva. Yo no soy muy futbolero, pero que duda cabe que un evento de las características que hemos vivido atrae la atención incluso de los más tibios en el seguimiento de este deporte (aunque hay que recordar que hay más deportes, claro está).

No se trata de analizar aquí el juego de las selecciones (aunque por curiosidad he estado leyendo algunos post que han suscitados los artículos aparecidos en prensa  en relación con la final y he llegado (al menos) a dos conclusiones:  1- la falta de formación acompañada de desfachatez de algunos de los perpetradores de comentarios (literalmente no saben escribir ni expresarse y aparentemente no les avergüenza tan lamentable situación) y  2- que todo, absolutamente todo, es defendible, la mirada a cualquier evento tiene infinitas facetas, tantas como observadores, lo cual no es nada nuevo pero siempre sorprendente).

Lo que yo quiero tratar hoy es, precisamente un hecho de debate que se ha generado durante, y tras el mundial, y que ser repite a lo largo de desarrollo de las ligas y las diferentes competiciones…y que tiene que ver con el título de la entrada: aplicación de las herramientas.

Lo cierto es que se viene criticando a la FIFA el no uso de las tecnologías que ayudaran a los árbitros en la toma de decisiones.

El fútbol puede que sea uno de los deportes donde menos se recurra a estas herramientas: en el tenis se dispone del denominado “ojo de halcón” para determinar el bote de la bola, en el atletismo, ciclismo, motociclismo y otros deportes de velocidad se dispone de la “foto Finish” para determinar al ganador…

En el fútbol sería fácil formalizar la utilización de la consulta a las imágenes de la repetición en jugadas dudosas o la utilización de sensores para determinar algo tan sencillo como que el balón sobrepasado la línea de meta. Ciertamente en la actualidad, todo queda en manos del control subjetivo de árbitro. Y ahí es donde yo quería llegar, habiendo posibilidades de control objetivo ¿porqué no utilizarlas?

Llevado al plano empresarial ya hemos introducido alguna que otra entrada sobre el control de los procesos basados en la tecnología. Hoy en día se disponen de herramientas suficientes para establecer un control objetivo sobre el desarrollo y el resultado de los procesos quitando responsabilidad al trabajador en cuanto a que su control subjetivo pueda introducir variables que supongan el incumplimiento de los requisitos y por ende no satisfaciendo las necesidades del cliente. Tal vez el control subjetivo de los árbitros en un juego como el fútbol es la sal del propio juego, lo que permite debates inacabables muy ventajosos a todas luces para los intereses de las organizaciones implicadas (uno de los argumentos desplegados en los análisis) pero en la industria el control debe establecerse de manera objetiva, las herramientas existen.

Calidad en tiempos de crisis. Control de subcontrataciones

En épocas de crisis se acentúan las subcontrataciones, más si cabe en sectores como el nuestro, que por lo general muestra importantes fluctuaciones en la obtención de contratos y además presenta un endémico componente estacional. La obtención o no de un contrato puede suponer tener que realizar parte del trabajo fuera, subcontratado, a tener a parte de la plantilla parada por falta de trabajo.

Las subcontrataciones permiten derivar procesos no claves a empresas que presentan una mayor especialización y tareas que pueden presentar grandes fluctuaciones en cuanto al volumen de trabajo, por lo que es una opción perfectamente válida para todos los agentes del sector, fomentando en buena medida la iniciativa y la competencia. En el sector gráfico es posible trabajar de “freelance”, barbarismo implantado para describir a todo aquel autónomo legal o “no del todo legal” que realiza trabajos variados tales como diseño, traducción, maquetación, corrección, etc.

Entre los cambios en la norma UNE-EN-ISO 9001 de la versión 2008 se encuentra al que hacer referencia a este particular aspecto en el punto 4.1 Requistos generales (consúltese la anterior entrada Cambios en la norma UNE-EN ISO 9001:2008 (I). Cambios en el punto 4 SISTEMA DE GESTIÓN DE LA CALIDAD del 4 diciembre 2009).

El control de las subcontrataciones debe quedar establecido, a ser posible mediante los procedimientos adecuados con sus correspondientes registros. La certificación de las empresas subcontratadas es una garantía más, no obstante dado que parte de las subcontrataciones en el sector gráfico se basan en trabajo esporádico de freelances, el control directo se hace necesario independientemente que la norma obligue.

Análisis de la norma UNE 54130-1:2008 Manual de identidad visual corporativa (I). Bases

El manual de identidad corporativa es un documento en el que se recogen las principales especificaciones sobre el uso de la marca y demás elementos asociados a la comunicación gráfica de la organización (tipografía, color,…). También conocido como manual de identidad visual, manual de identidad gráfica o manual de marca, viene siendo utilizado por empresas conscientes de la importancia de unificar sus mensajes visuales, con el fin de ofrecer una imagen sólida y coherente en el tiempo y en el espacio.

Esta norma de ámbito nacional pretende recoger y unificar los usos y costumbres en cuanto a la elaboración y uso de la identidad corporativa estableciendo las pautas principales a seguir en su diseño e implantación.

Cabe ser escépticos en cuanto a su aplicación real dado que se dirige a un colectivo (diseñadores) poco dado a las restricciones, salvo que sean las propias organizaciones, entiendo que certificadas, quienes conocedoras de la norma, exijan la elaboración del manual según sus especificaciones.  

 Esta norma tiene un gran interés para las escuelas de formación profesional en cuanto que establece de manera clara las pautas básicas a desarrollar para la elaboración del mencionado manual y por lo tanto es documento de trabajo obligatorio dada la importancia del desarrollo de la identidad corporativa dentro del currículo del diseñador.

Serie subprocesos gráficos. Continuará…

  Termino, después de 16 entradas, con lo que considero básico en referencia con los procesos clave productivos. He planteado en esta serie de forma elemental, que duda cabe que puede haber mejoras o haberse quedado en el tintero algún aspecto que algún amable lector puede considerar de interés. Más adelante me extenderé a otros procesos y subprocesos que normalmente hallamos en una industria gráfica típica, tanto productivos como estratégicos y soportes (no quiero cansar por ahora con series interminables). La idea que subyace en relación con los subprocesos que preceden a esta entrada es que se genere un dialogo entre todos los interesados (bien por interés o por experiencia personal) de tal manera que consigamos la mejora continua de nuestros conocimientos.

Encuadernado. Serie subprocesos gráficos (16)

ÁREA DE POSTIMPRESIÓN. En esta primera  serie de procesos clave en las organizaciones gráficas no pretendemos ser exhaustivos. Somos plenamente conscientes de la múltiples variantes que podemos encontrar asociadas a este subproceso que hemos denominado de encuadernado. Es posible (y no solo posible sino recomendable) que la organización que presente una gran oferta en el área de postimpresión, determine y desarrolle los subprocesos y redacte  los procedimientos asociados a cada una de las variantes posibles (encuadernación de productos extraeditoriales, encuadernación en rústica fresada, encuadernación en tapa, encuadernación en espiral,… ). Otra posibilidad es que a partir de un único subproceso, se desarrollen tantos procedimientos como sea necesario para describir todas las variantes posibles.

 La finalidad de este subproceso consiste en obtener el trabajo encuadernado y listo para su liberación. Según el producto a elaborar se pueden integrar nuevas tareas de corte, en el propio subproceso (corte con trilateral)

Este subproceso incluye tareas tales como la comprobación de las especificaciones en la orden de trabajo, el ajuste de los pliegos cortados dispuestos para el plegado (en el caso de que el plegado se halle integrado en este subproceso), introducción de los parámetros en la plegadora, la realización y control del plegado, la preparación de los pliegos plegados disponiéndolos para el alzado, introducción de los parámetros en la alzadora, la realización y control del alzado, introducción de los parámetros en el tren de encuadernación, fresado (rústica fresada), cosido (rústica cosida, encuadernación en tapa), encolado…

Este subproceso se inicia con la recepción de la orden de trabajo, la muestra o muestras de encuadernación, las cubiertas (cubierta blanda o tapa) y los pliegos a partir de los cuales se conformarán las signaturas que forman el bloque del producto. 

Los pliegos y las cubiertas proceden del almacén. Dependiendo de los servicios que preste la organización, los materiales y productos semielaborados pueden ser externos.

Los requisitos de encuadernación se hallan incluidos en la orden de trabajo.

Los controles incluyen la validación con respecto a una muestra de encuadernación y la validación de una o más muestras en función de los atributos considerados críticos y determinados en la orden de trabajo.

 Los resultados de las actividades de validación se recogen en un registro de verificación (que puede incluirse en la propia orden de trabajo o registro equivalente) debidamente firmado por el responsable del subproceso.

Plegado. Serie subprocesos gráficos (15)

ÁREA DE POSTIMPRESIÓN. La finalidad de este subproceso  consiste en doblar los  pliegos al formato especificado en la orden de trabajo dejándolos dispuestos para las siguientes manipulaciones. Según el producto a elaborar puede requerir nuevas tareas de corte.

El subproceso incluye tareas tales como la comprobación de las tareas a ejecutar especificadas en la orden de trabajo, ajuste de los pliegos cortados dispuestos para el plegado, introducción de los parámetros en la plegadora, la realización y control del plegado, la preparación de los pliegos plegados disponiéndolos para el alzado (en su caso), envío al siguiente subproceso.

Este subproceso se inicia con la recepción de la orden de trabajo y los pliegos a doblar y termina con el trabajo plegado y dispuesto para las siguientes fases. En gran parte de los trabajos realizados para el sector editorial (elaboración de libros, revistas y productos similares), el paso al siguiente proceso por lo genera está plenamente integrado mediante los correspondientes automatismos por lo que este subproceso puede integrarse en el subproceso de encuadernación.

Los hojas a plegar pueden proceder del almacén, en el caso de pliegos previamente cortados que han sido almacenados por circunstancias de la planificación y por lo tanto no proceden directamente del subproceso de guillotinado. Es posible que determinados trabajos de clientes externos se inicien a partir de este subproceso.

 Los requisitos de plegado se hallan incluidos en la orden de trabajo.

 Los controles incluyen la validación con respecto a una prueba previa (en su caso),  y la recogida de muestra o muestras.

 Las actividades se recogen en un registro de verificación (que puede incluirse en la propia orden de trabajo o registro equivalente) debidamente firmado por el responsable del subproceso.

Recepción y comprobación de entradas en postimpresión. Serie subprocesos gráficos (13)

ÁREA DE POSTIMPRESIÓN. Este subproceso es similar a sus equivalentes en la entrada de los procesos de preimpresión e impresión tratados con anterioridad. La diferencia estriba en los procesos asociados, siendo en este caso el producto final del proceso de impresión la entrada del proceso de postimpresión.

La finalidad de este subproceso consiste en la recepción y comprobación de los materiales que se van a utilizar en la postimpresión y que se hallan debidamente establecidos en la orden de trabajo así como las condiciones del taller en el cual se va a realizar éste.

El subproceso incluye tareas tales como la recepción y verificación de los pliegos impresos, la recepción y verificación del modelo de prueba (en su caso), la recepción y verificación de la orden de trabajo con las especificaciones, recepción y verificación de productos auxiliares (colas, grapas, hilos, cabezadas, etc.), la verificación de las condiciones especificadas del entorno de trabajo (temperatura, humedad,…).

Este subproceso se inicia con la recepción de la orden de trabajo y materiales a manipular y termina con los materiales y el entorno de trabajo, verificados y aprobados

Los proveedores son: el almacén en el caso de trabajos que no proceden directamente de impresión; el propio taller de impresión en el caso de que el flujo del trabajo sea directo. Puede darse el caso de que sea un cliente externo el que solo requiera este servicio.

La orden de trabajo indica los requisitos de manipulación de los productos semielaborados (por lo general pliegos impresos) y recoge los aspectos de relevancia  en relación con éstos.

Los controles realizados en este subproceso (validación de los pliegos, control de temperatura, control de humedad, control de productos auxiliares, etc.), se recogen en un registro de verificación (que puede incluirse en la propia orden de trabajo o registro equivalente) debidamente firmado por el responsable del subproceso.

Control de las muestras durante la tirada. Serie subprocesos gráficos (12)

ÁREA DE IMPRESIÓN. La finalidad de este subproceso consiste en controlar el proceso de impresión, atendiendo a los parámetros especificados como relevantes, de acuerdo a los requisitos descritos.

Entre las tareas a incluir en este subproceso encontramos la verificación del mantenimiento del registro, el control de la limpieza de la impresión, el mantenimiento de la planicidad del soporte, la ausencia de velos, engrases…  No obstante las principales tareas en relación con este subproceso son el control de la desviación y el control de la variación del color en el impreso siendo conveniente desarrollar procedimientos documentados.

El subproceso se inicia con el inicio de la tirada una vez realizado los ajustes iniciales de control de registro y entonación. Las actividades asociadas a este subprocesos finalizan con la tirada completada

La oficina técnica actúa como proveedor proporcionando los requisitos. Dependiendo de la exigencia establecida para el tipo de trabajo puede ser requisito normas externas (ISO 12647) o normas desarrolladas internamente.

La orden de trabajo acompaña a las pruebas e indica el grado de exigencia en su caso sirviendo de referencia con respecto a las especificaciones de impresión.

El control del color se realiza mediante la propia máquina si dispone de los dispositivos adecuados quedando registrados los datos para posteriores análisis, el resto de controles los deberá realizar el personal asociado mediante el registro correspondiente.

En el caso de que la máquina no disponga de automatismos, el control del color (desviación y variación) se puede efectuar con el colorímetro o espectrodensitómetro conectado a un ordenador. Una hoja de cálculo permitirá realizar los cálculos necesarios.

Se ofertan en el mercado soluciones informáticas especializadas que permiten controlar, junto con un colorímetro o espectrodensitómetro, las principales variables en relación con el producto impreso.

Realización de la tirada. Serie subprocesos gráficos (11)

ÁREA DE IMPRESIÓN. La finalidad de este subproceso consiste en realizar la impresión, obteniendo las copias establecidas en la orden de trabajo de acuerdo a los requisitos descritos.

El subproceso incluye las tareas asociadas al arranque de máquina (montaje de la plancha, carga del soporte de impresión, carga de tintas, ajuste del registro, entonación,…) y la posterior tirada. Íntimamente asociadas a este subproceso hallamos las actividades asociadas al control de muestras durante la tirada y que dada su importancia establecemos como subproceso en los siguientes apartados.

Este subproceso se inicia, partiendo de  la orden de trabajo y la planificación de la actividad diaria del taller, una vez finalizado el subproceso de verificación de los materiales y el entorno de trabajo. Las actividades asociadas a este subprocesos finalizan con la tirada completada. 

Los proveedores son: aquellos que han intervenido en el subproceso anterior “recepción y verificación de los materiales», que pueden ser o no los mismos responsables de este subproceso. Dependiendo de la exigencia establecida para el tipo de trabajo puede ser requisito normas externas (ISO 12647) o normas desarrolladas internamente.

La orden de trabajo acompaña a las pruebas e indica el grado de exigencia en su caso sirviendo de referencia con respecto a las especificaciones de impresión.

Para el control de este subproceso sirve un registro de verificación (que puede incluirse en la propia orden de trabajo o registro equivalente) debidamente firmado por el responsable del subproceso. Determinadas máquinas tienen la capacidad de recoger datos de la tirada (registro, color,…), en ese caso estos datos deben ser considerados registros y tratados como tales.

Recepción y comprobación de los materiales de producción y el entorno de trabajo. Serie subprocesos gráficos (10)

ÁREA DE IMPRESIÓN. La finalidad de este subproceso consiste en la recepción y comprobación de los materiales que se van a utilizar en la producción y que se hallan debidamente establecidos en la orden de trabajo así como las condiciones del entorno  en el cual se va a realizar el trabajo.

El subproceso incluye tareas tales como la recepción y verificación de las formas impresoras procesadas, la recepción y verificación de las pruebas (de color, certificadas,…) que permitan comprobar la desviación, la recepción y verificación de las tintas de impresión (nuevas partidas de tinta o tintas especiales), recepción y verificación de productos auxiliares, la verificación de las condiciones especificadas del entorno de trabajo (temperatura, humedad,…).

Este subproceso se inicia con el trabajo y en la recepción de los materiales y termina con los materiales y el entorno de trabajo, verificados y aprobados. 

Los proveedores son: el almacén en el caso de las tintas, productos de limpieza, y preimpresión en el caso de las formas impresoras. En el caso del entorno de trabajo pueden aparecer proveedores externos al estar generalmente el mantenimiento  subcontratado.

La orden de trabajo acompaña a las pruebas e indica los materiales sirviendo de referencia con respecto a las especificaciones de tales materiales y debe recoger los aspectos de relevancia  en relación con éstos.

Para el control de este subproceso sirve un registro de verificación (que puede incluirse en la propia orden de trabajo o registro equivalente) debidamente firmado por el responsable del subproceso.