Más referencias normativas encontramos precisamente en la norma 9001, concretamente en el punto 7.3 Diseño y desarrollo, lo que indica el grado de importancia que se concede a este importante aspecto dentro del punto 7 Realización del producto.
Esto es, todo producto (por ejemplo un producto gráfico o editorial) necesariamente requiere ser diseñado y posteriormente desarrollado. Curiosamente este es un punto que tradicionalmente quedaba excluido de la certificación en las empresas gráficas que optaron por certificarse cuando los requisitos de la norma no estaban unificados (las empresas se certificaban en la 9001, 9002 o 9003 en función de las exclusiones). En la actualidad es posible encontrar la exclusión del punto 7.2 alegando que en la empresa no se realiza diseño sino que se limita a realizar el producto a partir de los diseños ajenos. Esto, que es correcto, puede que no sea adecuado teniendo en cuenta que se excluye y por lo tanto se deja de prestar atención a un área clara de diferenciación competitiva (si hoy podemos obtener presupuestos en China menores que los presupuestos en nuestro propio país tal como desgraciadamente estamos viendo, y con niveles de calidad adecuados según especificaciones, las opciones de supervivencia pasan por la creatividad aplicada al diseño de los productos).
Los requisitos en la norma, aunque farragosos en cuanto a su interpretación, no son complicados en cuanto a cumplimiento y permiten establecer una base sólida para el proceso de diseño. La norma es difícil de interpretar en este punto porque el enfoque del diseño es amplio en cuanto que debe recoger todas las ramas del diseño (hagamos el ejercicio de comparar el diseño industrial con el diseño gráfico, o el diseño de un Ferrari con el diseño de un cartel). No obstante, salvando las distancias, en esencia el diseño es el mismo en cuanto a procesos, tareas, actividades a ejecutar, controles y verificaciones.
Por lo pronto y como primer requisito, la norma indica que el diseño debe ser planificado y controlado comprendiendo la planificación el establecimiento de las etapas, el control a aplicar en cada etapa (y aquí viene el lío ya que se divide en control en revisión, verificación y validación) y, lógicamente, las responsabilidades y autoridades. El amalgama que mantiene cohesionados estos elementos es la comunicación, aspecto este que debe ser atendido convenientemente.
De nuevo la planificación, de nuevo el control, nada nuevo por otra parte.
RECORDAMOS a todos los interesados en este tema que el próximo día 27 de este mes va a tener lugar el evento BACK TO MINE en las instalaciones del colegio Salesianos Atocha (Madrid). Este evento gira en torno a las experiencias de jóvenes diseñadores y por lo tanto es probable que a lo largo de las conferencias se comente la difícil pero interesante e insoslayable relación entre el diseño y la calidad en el proceso y el producto. Más información e inscripción en www.backtomine.es