En general los colores de los logotipos, símbolos y logosímbolos utilizados en las marcas de las empresas, son colores abstractos sin referente real o perdido éste a lo largo de la evolución histórica de la empresa, por lo que tienen valor por sí mismos y como tal deben ser tratados.
(La marca la conforma el conjunto de elementos reconocibles asociados a una determinada organización (empresa, organización gubernamental o no gubernamental. asociación. fundación, etc), puede estar constituida por un solo símbolo bien sea éste abstracto o con referente real, un logotipo derivado de una elaboración tipográfica generalmente a partir del nombre de la empresa o de un logosímbolo constituido por la suma del símbolo y del logotipo de la empresa. Las especificaciones de construcción y uso se hallan por lo general recogidas en un manual de identidad corporativa. También en dicho manual se hallan las especificaciones relacionadas con el color y por lo tanto se constituye en base contractual. El referente normativo es la norma UNE 54130-1:2008.)
Independientemente de que estos colores se hayan creado a partir de un referente real o sean una pura elaboración intelectual del diseñador, desde el punto de vista técnico, el color corporativo ideal es aquel que se ha diseñando pensando en la obviedad de que tarde o temprano será reproducido en la mayoría de los medios publicitarios conocidos.
Por este motivo, este hipotético color ideal debería estar comprendido en la intersección de generada por todos los espacios de color de los dispositivos en los cuales potencialmente se vaya a publicitar, con lo cual el problema de su correcta reproducción quedaría reducido a la utilización de un sistema de gestión de color eficaz, que convirtiese adecuadamente el color entre las distintas gamas. Si este fuera el caso, el propósito de interpretación a utilizar en la conversión sería el colorimétrico absoluto, con el fin de preservar el color original independientemente donde aparezca, (de hecho esta es la actuación recomendada por buena parte de los expertos).
Como en realidad esto no se tiene en cuenta o no se sabe cuando se diseñan las marcas, la situación actual no es todo lo ideal que debiera, existiendo colores corporativos que proporcionan problemas con regularidad en mayor o menor medida.
Dado que la gama reproducible por la impresión no abarca toda la librería Pantone en la cual se basan gran parte de los colores corporativos, se deben realizar pruebas certificadas* con el fin de determinar el resultado que se va a obtener en el sistema que va a ser reproducido.
*Las pruebas certificadas son aquellas que se realizan mediante un sistema de certificación de pruebas y cuyo resultado es un informe que valida el resultado obtenido con respecto al perfil de impresión correspondiente dentro de las tolerancias dadas expresadas en delta E. (Véase la entrada Obtención y validación de pruebas certificadas. Serie subprocesos gráficos (8) del 2 de marzo de 2010).