El brainstorming se traduce en español como tormenta de ideas y ocasionalmente (y con menos acierto) como lluvia de ideas. Es una técnica de creatividad en grupo especialmente diseñada para conseguir un gran número de ideas en la cual prevalece la cantidad sobre la calidad de dichas ideas.
Como técnica creativa tiene su origen en el mundo de la publicidad en la década de los 50 extendiéndose posteriormente a otras industrias con éxitos puntuales.
Las reglas básicas del brainstorming son:
- Evitar las críticas. Las ideas aportadas no se juzgan en la fase inicial por muy extrañas que parezcan.
- Primar la cantidad. Se trata de aportar la mayor cantidad de ideas
- Combinar y mejorar las ideas. Ya que todas las ideas se exponen pero no se juzgan permite distintas aproximaciones que en un entorno más formal e inhibido pueden no aflorar o ser rechazadas tanto en el plano consciente como en el inconsciente.
- Buscar lo inusual. Producto de las anteriores reglas, cualquier idea por extraña que parezca puede generar otras con perspectivas diferentes.
El método básico consiste en:
Generación de ideas:
- Fijar el problema a resolver
- Crear un memorando con los aspectos claves del problema
- Seleccionar el grupo de trabajo e informarle: un conductor y entre 5 y 10 participantes
- La sesión es abierta por el conductor, el cual vuelve a explicar lo que se pretende y la metodología de trabajo.
- Se generan ideas y estas son recogidas por el conductor
- Terminado el tiempo asignado para la generación, el conductor agrupa las ideas en función de afinidades
- La lista se revisa para confirmar que todos entienden las ideas, eliminando las repetidas
Evaluación:
En una segunda fase, el propio grupo evalúa las ideas aportadas en cuanto a su capacidad para resolver el problema. Otras personas externas pueden ser requeridas en esta fase en función de los factores que intervengan en la posible solución.