> La cara a barnizar debe estar claramente identificada. En algunos casos es muy evidente pero no siempre es así y pueden cometerse importantes errores. Es muy conveniente aclarar la forma de especificar este aspecto antes de la producción.
> Siempre es recomendable evitar el uso de polvos antimaculantes. Aclarar con el impresor si éste no va a realizar el plastificado que el producto va destinado a tal fin. Algunos polvos antimaculantes pueden causar problemas en la fijación de la capa plástica.
> Se deben utilizar tintas que cumplan la norma DIN 16524 . Resistencia a disolventes y álcalis. Los componentes plásticos o sus procesos de fijación pueden tener la capacidad de alterar a algunos de los componentes de las tintas deteriorando su estructura de tal modo que se puede provocar una reacción negativa en el comportamiento de ésta una vez fijada (variaciones en el color, perdida de flexibilidad,…)
> Se ha de evitar la utilización de tintas que incorporen retardantes de secado o que presenten componentes destinados a proporcionar una alta resistencia al frote. Tales componentes, al igual que en la anterior recomendación y por motivos muy parecidos pueden afectar a la fijación del plastificado o afectar al color final.
> El uso de tintas especiales siempre debe ser consultado. Preferiblemente en la fase de proyecto. Las tintas especiales pueden incorporar componentes que reacciones con el plástico o con los procesos de plastificado. Si es necesario se debe considerar hacer pruebas previas.
> Tampoco se deben utilizar ceras y siliconas en superficie por las mismas razones expuestas en los puntos que preceden.
> También debe consultarse en las fases iniciales del proceso si se está planteando el plastificado de papeles muy porosos, gofrados, verjurados, reciclados y especiales en general.
> Si se decide aplicar un barniz de reserva se ha de entregar un PDF con las cruces de registro correspondientes y acompañar de una prueba del elemento que se pretende barnizar. En todo caso consultar con la imprenta.